Como país en que gobierna un solo partido político (el comunista), en China la tierra es del estado.
Pero...
En virtud de las grandes reformas hechas a la muerte de Mao Tse Tung y después de una gran negociación con Estados Unidos, el gobierno chino declara que China es un país con dos sistemas (comunista y capitalista).
Así, desde el año 1994 los campesinos que compren tierras, conservaran su propiedad durante 50 años (de hecho es un usufructo).
Y los chinos tienen el derecho de comprar y ser propietarios (para siempre) de todas las casas y apartamentos que puedan, incluso pueden luego alquilarlas.
La política del hijo único hizo que cada familia, al no poder invertir fuera del país, y no tener más hijos, invirtiera todo en ese hijo. Un hijo con casa era más fácil de casar, y si se casaba el futuro de los padres estaba asegurado, ya que acabarían su vida viviendo con la nueva familia.
Con el propósito de crear una clase media y que el crecimiento no parase (cuando se detenía a nivel internacional), el gobierno financia a las familias para que posean propiedades:
El 100 % de la primera vivienda.
El 75 % de la segunda.
El 50 % de la tercera.
Y el 25 % de la cuarta.
Con el increíble desarrollo económico de los últimos años ("la fábrica del mundo") se pensaba que muchos extranjeros iban a ir a China a trabajar con lo que los alquileres serian un gran negocio.
Y siendo la vivienda la única propiedad verdaderamente privada que se podía poseer, y cuyo precio no paraba de crecer los chinos se lanzaron a comprar, construyendose incluso ciudades y barrios fantasma (vacios).
Y las nuevas grandes ciudades chinas tienen el más rápido y mayor crecimiento jamás visto en el mundo, tan rápido que ciudades nuevas de más de 20 millones de habitantes tienen nombres todavía desconocidos para el mundo. Y la población que vivía en ciudades paso de ser el 20 % del país en 1980 (hace 40 años) a superar el 60 % hoy.
Y tratando de aprovechar al máximo esta ola inversora nunca vista, Evergrande (quizás la empresa inmobiliaria más importante del mundo) trabajó en los últimos años con muchísimo dinero prestado que ahora (al frenarse la ola) no puede devolver.
Asi Evergrande declaró que no puede entregar 1.400.000 viviendas y quizás no puede devolver 300.000 millones de dólares a prestamistas e inversores.
Se dice que el gobierno ayudará a las familias e inversores chinos pero no a la empresa que terminará quebrando, y los inversores extranjeros perderán su dinero.
Y China se enfrentará a su primera crisis capitalista.